La Navidad o Natividad.

Hace bien poco, hemos sufrido / capeado / pasado las Tan entrañables Fiestas Navideñas. Como decía una vieja amiga mía, Tremendas Fiestas, compañieros, Hemos tenido de todo un poco: viajes, homenajes culinarios, pequeñas disputas familiares, atascos, lluvia de plaga bíblica, nieve para sepultar el everest y mas cosas que ni recuerdo, ni ganas tengo de hacerlo.

Con todo ello seguimos en la dura tarea de la formación del caracter de nuestra bienamada Laia. Ya hemos conseguido que no extrañe a los progenitores. De echo, es una pelandrusca que se va a los brazos de cualquiera -esperemos que esta actitud díscola se le pase antes de los dieciocho- y como prueba de ello os dejo algunas afotos con casi todos los que he ido reuniendo. Es mas, creo que voy a ver si consigo al menos una foto con cada uno de los que leeis este pseudo-blog.


A parte de las festividades y sus consecuentes paseos y mas paseos y visitas y mas visitas a familiares, ya empieza la señorita de la casa a interactuar mas con su entorno. Me explicaré, no sea que hayan confusiones. Ya tiene claro que si hay mas gente en la misma sala que ella, lo menos que han de hacer este otro grupo de gente, es prestarle la atención que ella sabe que merece, por lo que gimotea, solloza, o incluso, si hace falta llora, aunque esto último poco, ya que llorar lo suele reservar para cosas mas importantes que su ego, como son "hambre" o "sueño". Si nota que su pañal no esta lo suficientemente limpio como a ella le gusta, masculla hasta que ves en su mirada que lo que necesitas hacer en ese preciso momento es dejarlo todo y remediar su sucia situación. No envidio para nada al futurible novio / ligue de la susodicha. Y si tiene sueño, entonces, ya si que la tenemos gorda. El sueño es algo que le ocurre. Mas que tenerlo, la posee. Pero eso si, no tiene ni la mas remota idea de cómo se consigue eso tan agradable de cerrar los ojos. Y como papá o mamá si parecen saberlo, pués nada, a gritar hasta quedar exahusta y dormir. Es cierto que ese trocito de cielo que usa para dormir, cuando se mete no sale de el en lo menos nueve horas. Pero ha de entrar. Grita, llorra, berrea, gime, lagrimea, vuelve a llorar, y a las dos horas, tras dos ataques de nervios (uno de la ex-matrirka y otro de un servidor) se duerme plácidamente hasta la mañana (o incluso casi mediodia) del día siguiente.

La otra novedad es el control sobre sus músculos del cuello. Ya puede mirar a la tele mientras come, o mientras debería hacerlo, por lo menos; por lo que ya ha sido castigada sin tele por lo menos un par de veces. Me consuela un poco saber que le ocurre lo mismo con un libro o papel escrito, oi bolsa de papel, o de plàstico, o peluche, o pajaro en la ventana, ... si, de hecho, se distrae con cualquier cosas que no sea el pecho de su madre. Y esto no està tan mal como pueda parecer, ya que me lleva a pensar que ya se ha cansado de él y con un poco de suerte, podré dejar de compartirlo en breve(compartir, como ya sabèis, es tener menos), aunque si es cierto que es un gustazo ver como se alimenta; ese ruido de succionadora, esos carrillos a punto de explotarle, esa leche que le cae por los costados, ese ansia que parece que no ha comido nada mas bueno en su vida ( esto último a lo mejor es cierto), esesuccionar el pezón de la nodriza como si fuera la última noche en la tierra, esos eruptos de persona mayor de después... en fin, que es un angelito pero que mas lista de lo que nos queremos creer. Empiezo a sospechar que lo hace todo sólo para ver hasta dónde es capaz de manipularnos a su madre y a mi.

Pero como todo en esta vida, tiene sus lados buenos, que son muchos y muy variados; se va con cualquiera sin rechistar ni llorar ni nada, e incluso le llega a hacer gracias y risas a según quien (lo siento Milano, tu no); duerme como una bendita tooooda la noche sin molestar nada de nada a nadie. Come bien y le gusta tanto el pecho como el bibe (que esta aprendiendo ahora a usar, por cierto); rie cuando le ries, juega, sonrie, pide cosa y se hace entender (por mucho que no os lo creáis, es cierto)

En fins, en resumidas cuentas de este último mes. La señorita Laia ha conocido a muchos de sus familiares, por mucho que ella no los reconozca de momento, ha viajado mucho sin molestarse y disfrutando tanto del viaje como de la estancia, está aprendiendo a controlar su cuerpecito y sobre todo su garganta, y dentro de poco reconocerá a la chica que vive en el espejo del pasillo, a la que por cierto, ya habla o por lo menos lo intenta.

Y sin mas, os dejo ese tostón de texto y unas afotos para amenizar el tema...

Vesos Berdes