Registro Civil... su por que y su como

Queridísimos contertulios


Os tengo un pelín abandonados, pero como bién debereis imaginar, andamos en Ca' Los Orkez, un tanto liadillos con aquello de enseñar a una niña a comer y a la otra a alimentar a la que come, que nada es tan fácil como parece, ni tan bonito ni bucólico.

Pero llantos y berrinches aparte, me disponía a narraros las dos mañanas (que no una, como debiera ser) en el registro civil, a cuento de dar paternidad y cobijo legal a la Miniorkez

Todo esto empezó como una broma, no se si la recordaréis. nuestra intencion primera, la de apedillar Bayo Muñoz a la niña, en lugar de Muñoz Bayo, por aquello de poder llamarle Mica ó Roda y por otros motivos que ni son tan interesantes, ni vienen a cuento.


Pués bien, en el momento del parto, las enfermeras, matronas y médicos que atendieron el alumbramiento de la preciosa Orkez, siempre se dirigían a la Matriorka y en todas partes le preguntaban a ella cómo se llamaba, cuales eran los apellidos de la niña, y todos esos datos; indiferentemente de que yo estuviera o no a su lado para responder. Llegué a suponer que las preguntas tan inquisitivas a todas horas y en cualquier situación, formaban parte de una especie de plan evaluador de la resistencia de la paciente: si a las tres de la mañana, mientras extraes sangre a la enferma, sigue contestando en tono normal a las preguntas estupidas de Nombre, sexo, tallas de medias y otras soplapolleces, es que está aún de buen humor y podemos seguir molestandoLE más; o incluso que simplemente no la pasan a paritorio hasta que no empieza a ser hosca en las respuestas.

En fin, que despues de todas aquellas penurias, que ya narraré a su debido tiempo, me dan "los papeles". Una hoja amarilla, mugrienta, que ha pasado por un quirófano, de papel reciclado y autocopiativo, donde apuntan una serie de datos al parecer importantísimos, a saber: el sexo del recien nacido, y anotan MUJER -en lugar de ORKEZ- la fecha del recien nacido, taitantos del corriente mes y presente año, dirección, firma del doctor que la atendió, donde además, sólo firma uno, y en el proceso, doctores, lo que se dice doctores, vimos poquitos, pero gente con título y colegiados, como unos 12, o así. En fin, anotado todo esto, ya os digo, en un papel amarillo de autocalco, con las manchas de, a mi parecer, placenta de mi niña, dos sellos, una firma y poco mas y te dicen, "esto lo has de presenter en el Registro".

Y eso hice. Cojo los papeles, por que evidentemente hacían falta mas que ese sólo, pero Google es grande, y me dirijo al Registro Civil de la Villa de Madrid.

Martes. Nueve menos un minuto de la mañana. Cerrado. Una cola como de trescientas personas. Nueve y un minuto. Abren las puertas. La cola ha desaparecido. Entro y al preguntar en recepcion, a una chica bajo un cartel con los caracteres "información" me responde que le pregunte a su compañera, que ella esta en lo del almuerzo. Siguen siendo las nueve y dos minutos. La amable compañera de "la que almuerza al abrir", me informa con todo detalle: Si es soltero, blanco, casado, con hijo natural, español y feliz de ser así, planta uno. Este es su número, (239), primera planta, por la rampa de la derecha, pasado el mostrador a la izquierda, o al revés. Nueve y dos minutos, dos segundos. Creo que esta chica opositó a presentadora del "pasapalabra"


Mientras me alejaba por la rampa de la derecha, pasado el mostrados a la izquierda, primera planta, no dejaba de pensar que pasaría si algunos de los presupuestos que me había estipulado la chica no fuera cierto, si fuera, por ejemplo, de Bangladesh, o no estuviera casado, o todo a la vez. En fin, segun hacía mis cuitas, tropiezo con la única puerta de la planta uno, con un contador electrónico para dar la vez, con el flamante número 09 grabado en el. Nueve y tres minutos. Curtido en estas lides de las esperas, echo mano de mi libro y descubro, o mejor dicho, recuerdo al tacto vacío, que no me he traido un libro. A esperar a pelo. Suerte que la puerta está abarrotada de textos, notas, y otra suerte de letras que me amenizan la mañana.

De entre los muchos trozos de texto esparramados por la puerta, varios destacables: uno explicaba "Mujeres legalmente separadas, divorciadas o viudas, por favor planta dos", otro, enganchado con celos de diferente colores a un enorme ventanal, no a la puerta, decía "Para agilizar la tramitación, por favor, rellenen el cuestionario" ¿Cuestionario? ¿que cuestionario?. Bajo a recepción. Argumentando no se que memeces sobre el desayuno de su compañera, y casi a regañadientes, me hace entrega de mencionado Cuestionario, que no es otro que un censo oficial de personas nacidas, especificando todos los pormenores del parto; dónde, en que condiciones, número de alumbramientos -como si de un ovni se tratara-números de supervivientes, profesion de los padres, en fin, un censo.

Relleno el censo. Nueve y quince minutos. Sigo leyendo los carteles. "En esta planta sólo se atenderán los números impares". Sorprendente. El Turn'o'Matic marca el once. Las nueve y veinticinco. Me aburro. Miro a los compañeros de ocasión. Me sonrío por lo bajo. No dejan de ser curiosas las coincidencias. Todos los que somos blancos puros, como diría Ínclito Milánez, venimos solos a estos trámites. De entre los veinticinco individuos que hay, sólo cinco estamos sin acompañante y todos nosotros blancos, casados, de parto natural, bla, bla, bla. El resto son AfroEspañoles (Los negros de toda la vida, no nos confundamos), LatinoEuropeos, (los famosos chilicagüis) y Otragentedemalvivir (extranjeros en general). No me deja de sorpreder los diferentes hábitos de cada grupo étnicoy su anera de afrontar los trámites burocráticos.

Los Negros, negros buenos, honrados, trabajadores, no Negratas, por ejemplo, se enfrentan a estos papeleos con más valor que conocimiento, y se esfuerzan todo lo que pueden, tanto en el idioma como en los "secretillos del papeleo". Y no es que no dominen el castellano ni sus sutiles matices a la hora de definir “casado” o “separado”, no, es que ni lo conocen. Eso si, marcan la casilla de nacionalidad "Español" como unos campeones. Claro, así, cuando se acercan a la puerta pintarrajeada de miles de signos tribales de los españoles estos, ni se dignan a mirarlos, total, para lo que van a entender, mejor se disponen a entonar el “Perdone” mas o menos como a continuación narro:

  • Perdone, ¿Puede ayudar mi?.
  • Claro, faltaría más, dígame.
  • Perdone, Mi Tengo registrar hijo primo mi.
  • Pues nada, rellen el formulario y espere sus turno.
  • Perdone. Mi tener numero 444.
  • Ah! mu bien, monin... pos nada, te vas a la segunda planta y que te digan.
  • Perdone. ¿Segunda que?
  • Nada, que según reza el cartel de la puerta, los números pares, van a la segunda Planta,
  • Perdone. ¿Números pares? ¿Que ser?
  • Vamos a hacerlo fácil. Los NO ESPAÑOLES, o números pares, como su 444, planta dos.
  • Perdone, Mi Español
En fin, podríamos seguir hasta el famoso Perdone usted, lea mas, que nos hará mas felices a todos, especialmente al hijo de Primo Tu. Pero como tampoco merece la pena insistir en las pobres comidas de olla del exaltado AfroEspañol. Si a mi, Español, casado, padre natural, y todas esas movidas, se me hizo el tema pelín confuso, no quiero ni imaginarme lo que le queda por pasar a ese pobre hombre para registrar al hijo de sus primo. Esto le pasa, de todos modos, por decirle a su primo que el si sabe español. Por listo



Bueno, y sin alargarnos más en estos pobres, pasamos al otro grupo étnico importante. Los Latinoeuropeos. Estos tienen varias características que los hacen especialmente graciosos. La primera “cualidad” que salta a simple vista es la del morro. Llegan la familia monoparental por excelencia, es decir, emparentada con el mono, sólo hay que verles la cara. Llegan los dos, Madre y suponemos que Padre. Madre carga con el carro, la bolsa con los pañales, el bolso, los papeles a rellenar, el almuerzo por si se alarga la espera y si hay suerte y esta semi civilizada, un libro para amenizar. Por otro lado el Presunto Padre, acarrea, el sólo, sin ningún tipo de ayuda, con su móvil mega última generación, un artilugio cualquiera de hacer ruido bachatero –mp3, mp4 o lo que fuere- y los dos cojones mas grandes a este lado del Missouri. Estos Especimenes, a diferencia de los anteriores, si conocen la lengua española, pero en este caso, simplemente la omiten. Si por error uno de sus ojos se posa sobre un cartel informativo, su cerebro segrega una sustancia que le imposibilita la lectura o, si esta endorfina llega muy tarde y acaba leyéndoloanula la posible comprensión del texto, por lo que acaban preguntándose unos a otros cosas del estilo:
  • Jose Roberto, ¿que número tenés?
  • El quinientos osho, Rodrigo Antonio, y ¿fós?
  • El cuatrosientoss quinse...
  • Ah Está fien. El electrónico marca el onse, aun tenemos para un fuen rat·to acá.
  • Si, casi bajamos a tomar un café. Antonia María, espéren-nos aquí que enseguidita folfemos.
  • Si Carla Amancia, ahoritita Folfemos.

Si ya te digo yoque son como de otro planeta. Total, que las pobres mujeres se quedan a solas con la criatura, los bártulos y todo lo que ello conlleva, afrontando la situación solas, y si ya de por si es poco cómodo hablar con un desconocido sobre tu vida sentimental y amorosa sin mas, para colmo de males, el estar pendiente del pecho para el niño, cambiarlo y recordar entre dientes que su maromo anda ya de cañas con un amigote que se acaba de echar.

En fin, como resumen, os digo que a las diez menos cinco minutos entran lo que parecen ser dos registradores y el contador automático pasa de cero nueva a terinta y nueve en menos de diez minutos, de lo que deduzco, que aunque abren a las nueve para el público, los operarios no empiezan a trabajar hasta las diez.

Sobre las conversaciones ya dentro de la consulta, mientras me despachaban, os cuento otro día, que Laia acaba de decirme que quiere que le quite la radioactividad de su lindo culo. Sólo puntualizar que aunque lo parezca no he querido ser ni mucho menos despectivo. Si a alguien he molestado, mala suerte, que apechugue.

Vesos Berdes

La Malévola Matrona del Infierno

Apreciados Amigos:

Primero de todo, deciros que no pongo el amigos/as, por que de toda la vida de diós, amigos ha sido genérico, no despectivo ni excluyente.

Segundo comunicaros, aunque me consta que ya lo sabéis, que la nueva Matriorka, La Laia, ha tomado pesesión de su cargo en la Residencia Oficial de los Orkez. Como Celebración y también un poco por lo que se denomina vicio, el orgullosos padre ha realizado un mini reportaje fotográfico, un tanto descuidado y casi sin control ni guión, pero reportaje al fin y al cabo. Estas escenas de la vida cotidiana de la nueva Mandataria Orkez, quedando a vuestra disposición y disfrute para aquello que creais menester o necesario.

Aprovechamos tambien este foro que se nos ofrece para recordaros, con imágenes incluidas, que si alguno de vosotos tiene/conoce mujer casadera en edad de procrear, que hable por favor, con Maese Milano, que necesita, pero ya, una madre para los hijos que quiere tener. Además, caballero como es él, promete practicar lo suficiente con la susodicha hasta que esta diga sentirse lo bastante satisfecha con las dotes de padre del Sr Milanez.

Por lo demás, y hasta que pase mañana o así por el registro y me ocurran mas cosillas, de momento os dejo con una bonita historia.


Erase que se era, una vez, hace ya muuucho mucho tiempo. una pareja de Orkos enamorados. Estos orkos, tras mucho meditar, decidieron que sus tierras, reinos, princesas secuestradas y demas tesoros adquiridos por el devenir de los años, merecían ser conservados por mas tiempo a fin de poder entregárselos a la progenie de ambos. Decidido el tema, y tras muchos sustos, miedos y retrasos, un buen día, les dejaron en la puerta de su cueva un misterioso paquetito. Tras el revuelo inicial y después de recabar la suficiente fuerza como para abrir el paquete, se encontraron dentro, nada mas y nada menos, que con la Matriorka que prometian las profecías. Este ser tierno y delicado, decian los augures, debería ser alimentado y cuidado con sumo cariño y atención. Los Orkez, a pesar de su naturaleza hosca y ruda, aceptaron de buena gana el designio de la providencia y se pusieron manos a la obra. Amamantaban y limpiaban la pequeña criatura casi dos o tres veces al día casi todos los días, le cambiaban los ropajes ora sucios ora húmedos por otros secos y limpios cada vez que era necesario, y apenas si rozaban la piel de la nueva criatura por miedo a quebrantarla. En un breve y pasajero momento de lucidez, La Anteriormente Conocida Como Matriorka, dijo que deberíamos empezar a adornar el cuerpo de la Futura Matriorka con alajas y joyas. Dicho esto, y al grito de "donde manda patrón...", ambos seres verdes viajan en compañía de la Miniorkez en pos de quien pueda horadar pertinentemente los orificios donde colocar las alajas de la oreja, conocidas vulgarmente como Pendientes ( Anillosparalaoreja en inglés)- Tras deambular por varios sitios relacionados con la sanidad, ambulatorios, salas de parto, e incluso oficinas de urgéncias, sólo sacamos en claro que este ritual lo ha de llevar a cabo personal cualificado y equipado al uso, pero no por ello desesperamos en nuestro buscar. Tras varios días en pos de este objetivo, y cómo sólo en las películas de Walt disney ocurre, una mujer vieja con la que charlamos por casualidad, para mas datos matrona, nos comenta que, sabiendo ella de nuestra búsqueda, esta ha finalizado, ya que ella nos va a solucionar el problema. Una vez en el aséptico y casi quirurjico interior de la cueva de la matrona, se prepara los materiales para ejecutar la incisión en los lóbulos orejiles de la Futurar Matriorka (AKA Laia); un par de gasas empapadas en alcohol, y ... poco mas. Abre el estuche de los pendientes, sonríe maléficamente, un rayo resuena en la lejania y se acerca a la durmiente Laia con ojos inyectados en sangre. Antes de que los Orkez, allí presentes puedan ni tan siquiera proferir un grito de terror y alarma, ni tan siquiera preguntar nada, la Malévola Matrona, desenrosca el pasador del pendiente y clava este último en la oreja de la ahora recien despierta Laia, que, extrañamente, vocifera como si le hubieran clavado algo en su frágil cuerpecito, pero no contenta con esto, la Matrona Maléfica, antes de que los sorperndidos Padres podamos tan siquiera reaccionar al estupor de ver como le ha insertado un pendiente por un lugar sin agujero, realiza la misma operación con el otro zarcillo en la oreja complementaria a la recién perforada, arrancando gritos de dolor a la pobre y delicada criatura. Tras la traumática experiencia, por lo menos para los atónitos padres, pués la Futura Matriorka se duerme en menos tiempo del que ha tardado la Matrona en perforarla, la Matrona, suponemos que en un intento de congraciarse con los asustados padres, comenta, "nah! si esto es como carne de ternera, si casi ni les duele".

En fin, que tras este día ya se cual es el sistema para insertar pendientes donde no los hay, empujarlos hasta que salgan por el otro lado.

Salud, y República
Los Atónitos Orkez